Palabras de la Directora entrante Paula Vallejo
Queridos colegas de la Escuela:
Lo que tengo para decirles hoy será muy breve.
Ante todo quiero agradecer a mis colegas del Directorio saliente, con quienes hemos tenido recientemente un amistoso encuentro como parte de la transición de la gestión. Fue muy bueno constatar que hay una causa que está presente, se desplaza y persiste más allá de los nombres de quienes tenemos por momentos la responsabilidad de dicha gestión.
Quiero agradecer también a los miembros de la Instancia Diagonal, por la confianza depositada en mí para encarnar la dirección de la Sección por los próximos dos años. Estoy segura de que podremos trabajar conjuntamente hacia el crecimiento de la Sección y el afianzamiento de la política de Escuela aquí en La Plata.
Agradezco especialmente a aquellas personas que han aceptado acompañarme en esta tarea como parte del Directorio: Marisol Gutiérrez, Sonia Beldarrain y Adriana Fanjul. Quiso la contingencia que fuéramos todas mujeres esta vez. Y que un Witz nos sorprendiera, en el encuentro con el Directorio saliente, arrojando un nombre: “las no-todas”.
¿No será mucho?
Sabemos que es necesario mucho trabajo de análisis para hacer lugar al no-todo en cada uno. Y que del mismo modo que es imposible identificarse al inconsciente, tampoco se trata de identificarse a una lógica. Por ello, siguiendo la pendiente de las palabras que nos atraviesan, intentaremos orientarnos por ese nombre, tenerlo siempre presente y servirnos de él cada vez que haga falta, tal como lo inspira la lógica con la que Lacan concibió su Escuela.
Ésta nos lleva a ser parte de una comunidad paradójica, que hace de un vacío central un lugar donde alojar la disparidad y la singularidad de cada uno de los que la integran. Ese vacío deviene también causa del lazo entre sus miembros. Y es para evitar que se obture que existen distintas instancias y dispositivos; ellas, descompletan la pendiente del funcionamiento institucional y hacen existir a la Escuela, interpretan, resuenan.
Permiten así que no haya en ella cristalización de ningún discurso y que el discurso analítico, tal como mencionara Leonardo en la Asamblea de la EOL del pasado viernes, sea (lo cito) «aquel de donde pueda surgir otra política que la de masas: una política de no dominio, que hace de un esfuerzo de poesía su instrumento fundamental”.
Estos cinco años de trabajo desde que se fundó la Sección han dado buenos frutos, que todos hemos podido apreciar: la Sección está organizada, administrativa y económicamente. Muchos han sido los desafíos propuestos y alcanzados. Por nombrar algunos de ellos: se ha logrado finalmente tener una publicación en papel, El escabel de La Plata, que es sin dudas nuestra carta de presentación y una firme apuesta de trabajo a futuro también. El Seminario del Campo Freudiano, por su parte, que si bien no es la Escuela se liga a ella a través del trabajo de transmisión en torno a la Orientación Lacaniana, ha permitido que muchos jóvenes se acercaran a la Sección, se interesaran en el dispositivo de cartel y participaran de las actividades abiertas. Una circulación más que bienvenida y que es nuestro compromiso sostener.
En 2019 la Sección tendrá, una vez más, la responsabilidad de ser anfitriona de las XXVIII Jornadas Nacionales de Carteles, en el mes de agosto. A esto se le suma la preparación del IX Enapol, para el cual la EOL ha lanzado este martes un llamado a la cartelización fulgurante, y tendremos también nuestras VI Jornadas Anuales. Con el Directorio ya hemos estado trabajando en la propuesta epistémica para las Noches, que se organizarán en torno al tema de la Interpretación. Y hemos pensado también, en la necesidad de hacer lugar a un trabajo clínico y político, en articulación con la Instancia Diagonal. Como verán, hay mucho trabajo por delante.
Han sido muchos los logros, y mucho es aún lo que nos queda por aprender. Pero creo que el desafío más importante que hemos alcanzado en estos cinco años, lo que más me alegra, es que hayamos podido trabajar juntos alrededor del significante «Escuela», disolviendo nuestras pertenencias grupales de la buena manera. Creo que esa es la prueba mayor de la affectio societatis que hoy nos reúne.
Voy a invitar ahora a mis compañeras del Directorio a que tomen la palabra para contarles quienes serán los colaboradores de las secretarías, que empiezan hoy su función.
Y desde ya, les agradezco a todos ustedes, mis colegas de la Sección, la posibilidad de llevar adelante juntos esta experiencia tan inédita y tan particular que es la vida en la Escuela.